Eros
En el trabajo de Marina Iborra, hay desde siempre una atención hacia el cuerpo humano y la sexualidad, que en esta serie rebasa los limites de los estereotipos, situando el erotismo como valor cultural.
En cuanto a técnica, contenido y forma, EROS mantiene un extraño y original equilibrio entre tradición y vanguardia, realidad psicológica y fisiológica, erotismo y pornografía. Textura y colores brillantes, casi fauvistas, sometidos a la máxima tensión de una pincelada untuosa, a veces salvaje, que nos permite intuir las realidades interiores del motivo pictórico. Y es que estos rostros y cuerpos contienen toda la historia de sus vidas, son documentos del amor y el deseo, de las fantasías de las mujeres y ante todo de una sensualidad real, "obscena con pureza" que se traduce como una diagnosis de la pulsión erótica.
Imágenes acordes con la inanidad de nuestra situación en el seno de este mundo, en el que efímeros, contamos por lo menos, con el don de sabernos fascinar con la belleza.